Vivir en el mundo sin ser del mundo es un desafío constante para los cristianos. Aunque enfrentamos limitaciones y luchas, Cristo nos ha elegido y nos fortalece con su presencia. Nuestra misión es llevar su mensaje de vida y esperanza a todos, confiando en que Él siempre está con nosotros. ¡No somos del mundo, somos de Cristo!
En los momentos más difíciles, la confianza en Dios se convierte en nuestro mayor refugio. A través de las pruebas, nuestra fe es purificada como el oro, fortaleciéndonos para enfrentar cada desafío con esperanza y valentía. Descubre cómo mantener tu fe firme, incluso en las circunstancias más difíciles.